¿Vale la pena estudiar universidad? Depende

Una cuarta parte de los graduados universitarios pone en duda el tiempo invertido en su experiencia universitaria y el valor de haber obtenido un título.

Usualmente se le ha dado mucho valor al título universitario, investigaciones recientes de Gallup dicen que el 25% de todos los graduados universitarios en los EE.UU., no logran prosperar en sus carreras y en sus vidas en general.

Gallup ha encontrado seis elementos de apoyo emocional y de aprendizaje experimental en la Universidad que se correlacionan con la carrera a largo plazo y el éxito en la vida.

Una cuarta parte de los graduados universitarios – que cumplieron con los estándares académicos para obtener un diploma pero que no cubrieron del todo estos seis elementos críticos- pone en duda el tiempo invertido en su experiencia universitaria y el valor de haber obtenido un título.

El Índice “Gallup-Purdue”, (un estudio masivo de 30.000 graduados universitarios en los EE.UU.), mide el grado en que los graduados se dedican a su trabajo y prosperan en su propósito social, financiero, la comunidad y la salud física. Estas medidas de participación laboral y del bienestar son importantes porque son utilizadas como predictivos de resultados críticos en las empresas, como la productividad de los trabajadores, el absentismo y la carga de los costos de la salud, entre otros.

Más allá de la simple medición de los ingresos de los graduados (una medida importante, pero muy estrecha de éxito), Gallup analizó el cuadro completo, y al analizar estas medidas de resultado más amplias y posiblemente más importantes, Gallup concluyó que simplemente obtener un título no es suficiente.

El título universitario había sido siempre un marcador de logro, algo que transmite valor a los empleadores y a la sociedad.

Los graduados que desarrollaron en la Universidad las siguientes seis experiencias: (que Gallup se refiere como el “Big Six”, marcaron notablemente mejoría en todas las medidas de éxito a largo plazo en sus vidas en comparación con los graduados que no contaron con estas experiencias).

1. Un profesor que los entusiasmó por aprender(tenían el contacto con un PROFESOR INSPIRADOR).

2. Profesores que se preocupaban por ellos como una persona más que un alumno(tenían contacto con un PROFESOR COACH).

3. Un mentor que los animó a perseguir sus metas y sueños (se tenía contacto con un PROFESOR MENTOR).

4. Trabajaron en un proyecto a largo plazo(motivación a largo plazo).

5. Hicieron prácticas donde aplicaron lo que aprendían en la universidad(comprobación de la teoría en la PRAXIS).

6. Estaban muy involucrados en actividades extra-curriculares(comprobación de habilidades sociales y de networking).

Los graduados que tuvieron los indicadoresd de el “Big Six”, están significativamente más preparados para la vida fuera de la Universidad, son considerados “prósperos” en los cinco elementos de bienestar y con un alto nivel de compromiso en el trabajo. Y el porcentaje de los que si terminaron su carrera den cuatro años, es significativamente mayor entre los que si experimentaron el “Big Six” que entre los que no lo hicieron, que fue de el 75% contra el 61%, respectivamente.

Entonces, ¿vale la pena un título universitario?

La buena noticia es que para la mayoría de los graduados universitarios, la respuesta es: “Si”, pero sólo si pudieron aprovechar al máximo la experiencia. Para aquellos que no lo hicieron – que representa un 25% de todos los graduados – , es una respuesta muy diferente. Este hallazgo no implica el devaluar la educación superior. Pero sí nos obliga a tomar en serio cómo podemos maximizar la experiencia de la educación superior para las Nuevas Generaciones.

En lo personal, postularía que debemos iniciar con el cambio de lo que creemos, si aún pensamos que un título universitario es un boleto automático a una mejor carrera y vida, fallamos. Los estudiantes, padres, personal de la educación superior y el cuerpo docente y los empleadores tienen que trabajar duro para asegurar que estamos haciendo en conjunto un CAMBIO DE PARADIGMAS, si creemos que la única medida del ÉXITO es el salario, fallamos. Hay aún más valor en la experiencia universitaria que lo que estamos midiendo sistemáticamente, debemos prestar especial atención a estas medidas tradicionalistas, REINVENTARLAS .

Si estamos preocupados por los graduados y su preparación para enfrentar el mundo real, cambiante, así como el compromiso con su trabajo, su bienestar general y su auto-observación personal, entonces debemos rediseñar los requisitos de graduación. Si es meramente supuesto créditos y exámenes, sin ningún tipo de apoyo emocional fundamental y del aprendizaje experimental , fallamos.

Sin embargo, la parte positiva de estos análisis es que nos brinda una idea más clara de lo que requiere la fórmula ganadora. Ahora tenemos que ayudar a los padres y estudiantes a entender cómo obtener la mayor parte de los valores universitarios y rediseñar como acreditamos a los estudiantes, como postulamos la educación superior, los modelos y claro los sistemas de recompensa en consecuencia.

Entonces, de qué depende el que valga la pena obtener un título o una capacitación?

DEPENDE en un porcentaje muy elevado de cada quién y del aprovechamiento que se logre durante esa experiencia de estudio.

Si la base de la evolución social es la educación es tiempo de REINVENTARNOS.

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